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Gabriel González Ortiz subraya la importancia de que los medios de comunicación adopten una postura responsable y sensible en relación con el suicidio

El periodista analiza el impacto que pueden tener los medios de comunicación como agentes de prevención contra el suicidio en el Curso de Verano de la UPV/EHU

Gabriel González Ortizeko argazkia UPV/EHUko Uda ikastaroko fundazioan (UIK)

El 21 de junio, Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y miembro de la Comisión Interinstitucional para la Prevención de Conductas Suicidas del Gobierno de Navarra, acudió al Palacio Miramar de San Sebastián. En su intervención, abordó el papel crucial que los medios de comunicación pueden desempeñar como agentes activos en la prevención del suicidio, destacando la importancia de respetar la vida privada de los afectados.

En 2014 fue la primera vez que escribiste sobre el suicidio, ¿Cómo fue ese primer contacto con el tema y cómo te sentiste?

Es un tema que da mucho respeto, es que es un tema tan complejo y delicado como no se me ocurre ningún otro. Yo llevaba ya más de 15 años con el periódico cuando me contactan para saber si quiero formar parte de comisión interinstitucional para la prevención de conductas suicidas del Gobierno de Navarra. Lo primero que hago es reconocer que no tengo absolutamente ni idea de este tema. No me ha tocado en mi ámbito familiar, de forma directa, y lo que hacíamos en el periódico era lo que nos decían en la facultad: “no hay que hablar del suicidio porque puede provocar un efecto contagio”, pero les dije si puedo ayudar encantado.

Lo primero que me llamo la atención a mí fueron las cifras, que son unas cifras abrumadoras. Yo desconocía la magnitud de la tragedia. Lo segundo que me llamo la atención era que todas las personas expertas nos pedían a los medios de comunicación que habláramos de este tema. Entonces fue cuando empecé a interesarme un poco por el tema, consultar las reglas que estableció la Organización Mundial de la Salud sobre como los medios de comunicación podemos hablar del suicidio para hacerlo de una manera responsable y no provocar un efecto invitación. En ese momento lo que hice fue empezar a formarme, empezar a escuchar, preguntar, leer, etc. Llevo 10 años metido en el tema, pero cada vez que entras te das cuenta de que no sabes nada, porque es un tema de gran complejidad.

¿Por qué crees que el suicidio sigue siendo tabú en el siglo XXI?

La sociedad todavía no entiende que alguien se quiera quitar la vida a sí mismo. Para que nos hagamos una idea, hasta 1983 las personas que se suicidaban no podían ser enterradas en un cementerio. A pesar de que en los medios de comunicación cada vez se hable más de este tema, tenemos un tabú muy arraigado desde hace décadas. En redes sociales se habla mucho también, unas veces de manera responsable y otras de manera peligrosa, pero cuesta mucho acabar con el tabú, el estigma y los falsos mitos de una realidad que ha estado silenciada durante siglos, pero yo creo que estamos en el momento del cambio.

Yo cuando empecé sí que había más tabú. Cuando empecé en esto, formándome, se me ocurrieron ideas de cómo extrapolar estrategias informativas que habían funcionado en violencia machista o en tráfico. Se me ocurrió que las podíamos extrapolar a la prevención del suicidio. Aquel trabajo que iba haciendo para mí acabo siendo un libro, pero sí que cuando lo publique, notaba que a muchas personas les generaba mucho miedo este tema.

¿Qué factores deben determinar si un suicidio es noticia?

Los medios de comunicación debemos hablar del suicidio, pero sobre todo del fenómeno general del suicidio. Tenemos que hablar de las cifras, dar voz a las personas expertas, a los/las supervivientes, a las personas que han sobrevivido a una tentativa, difundir las señales de alarma, los factores de riesgo y denunciar las carencias del sistema. Debemos hacer un periodismo más informativo, divulgando la realidad, sensibilizando, concienciando la población.

En cuanto a los casos concretos, debemos actuar con muchísima-muchísima cautela. El 99% de los suicidios no deberían ser noticia, porque invadimos la esfera de una persona privada. A raíz de consultar jurisprudencia, y libros de estilo, se ve que se exige que haya un componente público para que los medios de comunicación podamos divulgar un suicidio concreto. A mí solo se me ocurren 3 tipos: cuanto se trata de una personalidad, cuando las causas que se asocian a ese suicidio es una problemática social como desahucio, bullying, violencia machista, o cuando ocurre en la esfera pública. En esos tres casos es cuando yo creo que los medios de comunicación podríamos convertir un suicidio concreto en noticia. Pero, aun así, hay que hacerlo con muchísimos matices, y si no cumplimos con esos matices es mejor no hablar.

¿Cómo pueden los medios equilibrar la necesidad de informar con la responsabilidad de no causar daño?

Con eso me refiero a los matices, los que marcó ya hace 20 años la organización mundial de la salud. Se han ido perfeccionando, pero lo que debemos hacer es tener muy en cuenta el dolor de las personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Lo debemos tener muy presente y hacer un periodismo muy empático. Cuando abordamos un caso concreto, debemos reducir los detalles al mínimo, no difundir un método. Esta constatado que cuando los medios de comunicación divulgamos que un método ha sido efectivo podemos provocar un efecto invitación, por eso no debemos simplificar las causas.

Un suicidio es un fenómeno multicausal. No hay ninguna causa que por sí sola y de forma directa explique un suicidio. Por lo tanto, no debemos presentar un suicidio como una salida ante determinados problemas. Debemos dar altavoz a las personas expertas y divulgar los lugares donde se puede pedir ayuda, de esa manera podemos contribuir a acabar con el tabú, el estigma y con los falsos mitos. Hay que minimizar el impacto que la publicación pueda tener en las familias o en los entornos que han perdido a un ser querido por suicidio.

¿Que pueden aprender los medios tradicionales de la manera en que las plataformas sociales abordan este tema?

Los medios de comunicación también formamos parte de las redes sociales, como un agente más, pero tenemos una responsabilidad mayor. Por algo nos hemos pasado 4 años en la facultad, por algo se nos ha dado formación en determinados temas como deontología y ética. Por lo tanto, nuestra postura en redes sociales debe ser distinta. Se exige algo más que a cualquier otra persona usuaria. En las redes sociales los contenidos peligrosos son inabarcables, como se dice vulgarmente, es ponerle puertas al campo. Los medios de comunicación tradicionales podemos aprovechar estas plataformas para potenciar los mensajes, obtener un altavoz mayor de las personas expertas, y para divulgar contenidos preventivos y responsables.

Las redes sociales tienen un componente multiplicador de los efectos positivos muy grande, que es a los que debemos potenciar para minimizar la cantidad de riesgos a los que están expuestos, porque sobre todo no hay que perder de vista que las redes sociales, son una de las principales fuentes de información de la juventud. Quizá no llega tanto a los medios de comunicación tradicionales, por lo tanto, a través de esas plataformas lo que podemos hacer los medios de comunicación es llegar a la juventud.