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Europa necesita ser referente en fabricación

Si la empresa no se hace preguntas, no obtendrá respuestas a sus retos.

Todo se fabrica, una medicina, un alimento o una ventana, todo se fabrica. El proceso de fabricación nos rodea por todas partes. La Unión Europea con la crisis de la Covid-19 fue especialmente consciente de que había externalizado demasiado la elaboración de ciertos productos y que no vale convertir a China y los países asiáticos en la “fábrica” del mundo.

EIT, el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, a través de EIT Manufacturing, una de sus ocho Comunidades de Innovación y Conocimiento, promueve la innovación en la fabricación como uno de los temas relevantes para el futuro de la UE.  EIT Manufacturing West, el nodo que opera en Portugal, España y Francia ha organizado un curso para difundir la labor que desarrollan bajo el título “The Future of Manufacturing: people, sustainability and technology as drivers for innovation”.

Teresa Hernández, Innovation manager de EIT Manufacturing West, explica el pensamiento Moonshot partiendo de los retos que se han de adoptar de manera conjunta en tiempos de grandes incertidumbres, como el movimiento que intenta eliminar las barreras “para intentar hacer posible lo que parece imposible”. Puesto en boca de JFK en los años 60, resumió en aquel momento todo lo que se llevó a cabo para hacer posible que el hombre llegara a la luna.  En una década hubo un impulso innovador en muchas materias que convirtieron en realidad lo que parecía imposible. 
En la actualidad el mundo de la fabricación se enfrenta a otros retos, siendo sus consecuencias medioambientales uno de los fundamentales al que habría que sumar otros como, por ejemplo, los cambios en los perfiles y capacitación de la fuerza laboral o conseguir una industria competitiva dentro y fuera de Europa.

EIT Manufacturing West opera incentivando la cooperación entre los distintos agentes que forman la comunidad (empresas, centros de investigación y universidades) en Portugal, España y Francia, para contribuir a esa construcción de Europa como referente en el mundo de la fabricación. Proyectos de innovación, creación de nuevas empresas y educación son los tres pilares en los que se centran sus actividades. Anualmente EIT Manufacturing apoya financieramente unos 20 proyectos de la región Oeste. “Reunimos los diferentes actores para llegar a un proyecto consolidado. Es una labor de intermediación entre distintos protagonistas o actores de un proyecto de innovación para transformarlo en algo relevante para la industria “.
Aquí surge la pregunta de quién define las prioridades. Cada año se abre a toda la comunidad manufacturera, es decir, los centros de investigación, empresas industriales y entidades educativas, un proceso colaborativo para definir las prioridades temáticas en las que enmarcar sus ideas en forma de proyectos en cooperación. A través de una convocatoria abierta, de media se recogen un centenar de propuestas de las que una veintena se convierten en proyectos que reciben financiación.

“Proyectos cercanos al mercado” como subraya Javier González responsable de educación de EIT Manufacturing West. “No son proyectos en fase de investigación sino en una etapa tecnológica más avanzada, es decir, innovación que tiene que llegar al mercado”.

Las ideas parten tanto de las empresas como de los centros de investigación o de las universidades. “Nosotros les ayudamos a canalizarlas. Algunas pueden derivar en la creación de nuevas empresas a las que les llegará financiación a través de los mecanismos de apoyo de EIT Manufacturing y se puede incluso llegar a invertir en ella. Pero “toda inversión tiene que generar un impacto, un retorno”.

El Curso de Verano quiere ahondar en el concepto de que las ideas se pueden transformar en proyectos concretos, así como acercar la filosofía y los mecanismos de apoyo que se facilitan desde EIT Manufacturing, poner de manifiesto el valor de la comunidad y dar a conocer nuestro papel de intermediación y de facilitador para el éxito de los proyectos.

“De la idea al éxito hay muchos peldaños y uno fundamental es conocer lo que necesita la empresa, porque muchas veces es la empresa la que desconoce lo que necesita. Hay que ayudarles a identificar sus retos porque las cosas no se reducen a ser más productivos o tener mejores beneficios”.

“Universidades, centros de formación profesional, empresas… son una red natural de colaboración para recoger esas ideas nuevas, así como las nuevas maneras de hacer las cosas. Si la empresa no se hace preguntas, no obtendrá respuestas a sus retos”, comenta Teresa Hernández, mientras Javier González remarca que, en ocasiones, uno de los retos principales de las empresas industriales no suele estar relacionado con aspectos tecnológicos, sino con su capacidad de comunicar qué es lo que están haciendo. ”Comunicar bien qué es lo que estamos haciendo, tanto a nivel interno a los miembros de la empresa como al mercado objetivo” “Las ideas, por muy buenas que sean, si no se saben contar, no llegan a donde tienen que llegar”.

El World Economic Forum detectó en 2020 que el 40% de los trabajadores de las empresas manufactureras iban a necesitar tomar parte en procesos de reskilling en los próximos 5 años y el 94% de los líderes empresariales esperaban el upskilling de los trabajadores con nuevas cualificaciones. Es decir, Recapacitación y Recualificación porque tras las consecutivas y últimas crisis, muchas empresas o bien han cerrado o han tenido que reorientar su negocio. “Uno de nuestros objetivos como EIT Manufacturing West es ayudar en este proceso. Reorientar lagunas de conocimiento a otras actividades” A día de hoy, dice Javier González “Hay empleos que aún no conocemos y probablemente desconocemos también que tenemos que fabricar dentro de cinco años” Tenemos que encender la chispa en empresas, centros de investigación y  en las universidades.

La tecnología la seguiremos utilizando en nuestro beneficio, no en nuestro perjuicio. Por ejemplo, la robótica será cada vez más colaborativa ayudando a la productividad de la persona “pero para ello hay que preparar a las nuevas generaciones” remarca Javier González.
Teresa Hernández por su parte remarca los déficits actuales de la empresa en general en materia de sensibilidad medioambiental. Todas las tintas se ponen en las nuevas tecnologías, “en todas las ferias encuentras las novedades más punteras, pero en ninguna hay stands de sostenibilidad”. “En el mundo del manufacturing, el concepto de sostenibilidad está muchas veces fuera de la conversación. Es como el gran elefante de la habitación al que nadie mira los ojos. En tiempos de pandemia, nadie se ha planteado la sostenibilidad”.

“Quizá es que faltan ideas porque no se proponen muchas soluciones. Las que existen cuestan dinero y la actual mentalidad empresarial sólo pasa por el máximo negocio de la empresa. Las directivas europeas no son suficientes. Quizá se necesita que las tecnologías estén más maduras”. “Como EIT Manufacturing, uno de nuestros principales objetivos estratégicos es la sostenibilidad, al igual que una de las líneas de trabajo para las convocatorias de proyectos. De los proyectos que solicitamos siempre hay uno relacionado con la sostenibilidad. Desde 2020 venimos financiando proyectos ligados a ella”
Javier González confía, asimismo, en los efectos positivos de las nuevas metodologías formativas para las nuevas generaciones, como las “Teaching Factories”. Precisamente, este año se ha puesto en marcha la “Teaching Factories Competition” centrada, precisamente, en buscar retos relacionados con la fabricación verde para ser resueltos por grupos de estudiantes universitarios y de formación profesional.

Estos temas forman parte del Curso de Verano The Future of Manufacturing: people, sustainability and technology as drivers for innovation