Volver

La apuesta es decrecer para adecuarnos a los ritmos del planeta

La transición energética planteada no es viable sin un modelo decreciente.

50 años del informe Meadows. Lo recordaban tanto Xabier Martínez, responsable de proyectos de MUGARIK GABE y Antonio Turiel especialista sobre el impacto del clima en el océano y los recursos naturales y autor entre otras publicaciones de “Petrocalipsis: crisis energética global y cómo (no) la vamos a solucionar” al iniciar el curso. Estamos a medio camino de su anuncio de colapso ecológico y económico por “los límites del crecimiento” que establecía varios escenarios, el más negativo “es en el que estamos viviendo. El peor de los posibles que augura ese colapso para 2030. “Con matices porque depende de la actuación humana. No tengo una visión excesivamente mecanicista de las cosas, no es verdad que sea inexorable que ocurran ciertas cosas” Lo decía el también investigador científico del CSIC Antonio Turiel en su exposición sobre los “Retos de la crisis energética global… ¿es realmente verde y justa la transición energética que se plantea?”.


El modelo de transición propuesto no es el único posible y además se agrieta. Mantener la economía como sea sigue siendo el lema bajo el que se actúa. “No se nos ha planteado un modelo de transición pensando en el cambio climático, nunca se ha pensado en él”.


El mantenimiento de las energías fósiles va a atravesar situaciones muy difíciles. “El modelo de transición propuesto tiene demasiados problemas y además llega tarde. No es el único modelo concebible. La electricidad está bien, pero la apuesta es decrecer para adecuarnos a los ritmos del planeta".


Estamos en crisis energética mucho antes de la guerra de Ucrania. Las compañías petrolíferas y de gas triplicaron desde 1993 a 2014 su inversión en la búsqueda de nuevos yacimientos sin embargo a partir de 2014 lo han bajado en un 60%. “Simplemente no queda petróleo que pueda extraerse de manera rentable en el planeta". No se ha explicado, pero es lo que está pasando y además era perfectamente previsible. Había estudios al respecto desde 1972.


En 2014 un informe del departamento de energía de USA ya contabilizaba entre las 127 compañías más grandes del mundo unas pérdidas de 100.000 millones de dólares /año entre 2011 y 2014 porque a pesar de nuevas tecnologías etc. los yacimientos ya no eran rentables. Y eso, cuando el precio medio del barril estaba en cotas que rondaban los máximos deseables de 120 / barril.


Repsol invierte un 90% menos de lo que invertía en 2014 en la búsqueda de nuevas explotaciones. Dicen que por culpa de la legislación verde. Si reconocieran la verdad tendrían que contabilizar en sus libros una gran depreciación de sus activos.


La Agencia Internacional de la Energía dependiente de la OCDE tiene marcados dos posibles escenarios de demanda y de oferta. En el caso del simple mantenimiento de las explotaciones en 2018 ya estaban anunciando para 2025 un desfase de 34 millones de barriles diarios. Un descenso del 24% nunca antes visto en la historia. La misma agencia en su informe 2021 con un mero mantenimiento crea un escenario 0 neto 2050 con un esfuerzo impresionante de sustitución de combustibles fósiles por renovables y electricidad. Implicaría una producción de Litio multiplicada por 120. “Es una estupidez que no va a pasar jamás. De hecho, ha costado muchísimo multiplicarla por 3 de 2010 al año actual. El papel lo aguanta todo y el Excel mucho más”.

Picos de producción.

El mismo informe apuntaba a un pico en la producción del gas natural que llagará antes de 2030 “Yo creo que será antes de 2025.” El del petróleo se dio en 2018. Nunca más se alcanzarán cifras superiores entre otras cosas porque las empresas no están invirtiendo.

La producción de petróleo incluido el que se obtiene por diversos procesos para convertirlos en convencionales, está muy limitada. En mayo la OPEP prometiendo incrementos de 150.000 barriles/día la redujo en 50.000. Respecto a 2018 la producción ha bajado un 50% y caerá un 20% . Todo dependerá de lo que hagan los gobiernos. Los cambios geológicos en los que nunca nos hemos fijado porque nunca nos hemos tomado en serio el cambio climático son los que son.


Las compañías petrolíferas han dejado de invertir también en las refinerías. Los típicos pozos de extracción de petróleo convencional se frenaron en 2005. Los problemas de abastecimiento de diésel vienen desde 2015 cuando se alcanzó el máximo y el descenso es ya del 15% desde 2018. En una cincuentena de países hay problemas de desabastecimiento muy serios en Latinoamérica, África y sudeste asiático. Comienza a faltar para la elaboración del queroseno de los aviones lo que ya ha comenzado a repercutir en el precio de los vuelos.


La extracción de carbón alcanzó su primer máximo en 2019 y luego comenzó a oscilar. Geológicamente se podría extender, pero hay factores que lo hacen prácticamente imposible. El panorama del Uranio es mucho peor. Según afirmaba Antonio Turiel, no está previsto que se vaya a superar el máximo que se dio en 2019. Con los cálculos de la AIE de 2014 incluyendo las” minas identificadas” en donde se dice que hay mucho uranio pero está por ver, la producción podría subir hasta 2025 pero calculaban también una demanda mucho mayor. “La realidad ha sido mucho peor. La producción tocó máximo en 2016 y ha caído ya un 24%.


Antonio Turiel lanzaba una pregunta retórica ¿Por qué motivo están paradas al 50% las centrales nucleares francesas, por un problema de corrosión? ¿Todas están en revisión hasta dentro de tres años…? Sin abandonar la ironía Turiel afirmaba que “tienen problemas para obtener uranio de Níger ¿Por qué tiene Francia tropas en Níger? ¡Este es el mundo en el que vivimos! El tipo de vida que mantenemos se sustenta en este tipo de cosas, pero este modelo se va al garete. El petróleo llegó al máximo en 2005, el del carbón en 2019, el gas llegará esta década y la de uranio fue en 2016.


No es que todo desaparezca de golpe, los descensos se darán más o menos rápidamente dependiendo de cómo se hagan las cosas. Las energías no renovables van a estar cada vez menos disponibles. La transición tiene que ser a 100% renovables. No hay discusión posible. Ahora bien, eso no significa que el 100% de la energía que consumamos sea la misma que gastamos.

Las renovables tienen muchas limitaciones. Decía Antonio Turiel. “No se expresa públicamente porque lo que interesa es mantener la ficción del sistema y ritmo de gasto energético. Tienen un potencial máximo, dependen de materiales escasos; para su obtención se siguen utilizando energías fósiles y los problemas de la electrificación son evidentes".


La electrificación está en un debate abierto. “Al principio se decía que con renovables llegamos al 100% de la energía que se generan en el mundo, ahora que 4 veces la que consumimos, pero otros, como yo, creemos que rondaría el 30-40%. Pero está claro que tenemos que parar el consumo. No podemos seguir así. “Conviene recordar de que el 30% de   la energía que consumimos en este momento sencillamente la derrochamos. Con un 30-40 de la que generamos sería suficiente para abastecer a toda la humanidad”.


El grave problema del modelo de transición propuesto es que depende de materiales escasos. No hay reservas de estos materiales para que el mundo entero haga la transición: plata, telurio, manganeso, níquel, el litio o el cobalto, por no hablar del cobre. La AIE lo reconoció en un informe de 2021 en el que recomienda a los países de la OCDE que hagan acopio de los mísmos, es decir, que los acaparen. “es así de cutre”.


Otro de los problemas destacados por Antonio Turiel es la dependencia de las energías renovables de las fósiles. En todo el proceso de elaboración, transporte, instalación etc. nadie ha conseguido no usar energía fósil y puede convertirlas en sumideros y no en fuentes de energía renovable. Algunos autores la consideran como una extensión de las energías fósiles. Algo debe haber cuando todas las industrias de aerogeneradores han tenido pérdidas como es el caso de Gamesa. LG se ha retirado del mercado de las placas fotovoltáicas.


Todos los sistemas renovables de los que se nos está hablando usan la electricidad. Pero la electricidad representa sólo el 20% de la energía consumida. No es una fuente de energía sino una forma de consumir energía. “No veo factible una electrificación de España más allá de un 40%”

Antonio Turiel recordaba que desde el año 2008 nunca se ha recuperado el uso de la electricidad en España. Los consumos en otros países están estancados o decayendo.

¿Cómo se pretende financiar estas energías?

Las inversiones de esta transformación son absurdas. Al margen de vaivenes políticos, toda la energía voltaica ¿se va a consumir’ ¿Hay mercado y a qué precio? Turiel ponía como ejemplo que toda la ola de inversiones de este tipo en España se está haciendo por los fondos Next Generation. Tampoco se sabe cómo va a entrar toda esa electricidad en la Red Eléctrica Española. El problema de la energía eléctrica es cómo se consume.

Y ahora parece que todos nos vamos a comprar un coche eléctrico.


El caso es mantener niveles de consumo y un sector manufacturero vital en países como España o Francia, pero los problemas derivados son muchos: puntos de recarga, el cableado consiguiente de las ciudades; la capacidad reducida de las baterías, los materiales necesarios prohibitivos etc.

Hidrógeno verde como vector.

El problema es que el ciclo de su producción es muy caro y tiene muchas pérdidas de energía. No le convencía en exceso esta salida, de tal manera que Turiel teniendo en cuenta que la producción de gas está ya muy limitada y que es indispensable en las redes de distribución de energía porque las renovables bajan y suben; la estabilidad viene sólo por la energía hidroeléctrica (que llega hasta donde llega) y el gas. Teniendo en cuenta que el hidrógeno no lo va sustituir auguraba; “Va a haber problemas gordos este mismo año".


Otra transición energética es posible.


Existen medios de aprovechamiento de las renovables que no se basan en la electricidad que son más eficientes, no dependen de materiales escasos; tienen menor impacto; funcionan a escalas humanas y además generan riqueza local, pero…siguen los ritmos del planeta y no permiten la ficción del crecimiento continuo. Modelos que se han ensayado en el pasado en empresas locales. Con la energía solar se puede fundir metal y la biomasa se puede manipular correctamente. Andalucia o Extremadura podrían sustituir al País Vasco en su acería.  El problema es que implica moderación. Otra sociedad es posible. España podría producir cereales para toda su población y su ganado, no para mantener una cabaña  de cerdos para exportarlos a China.


“Podemos mantener nuestro nivel de vida con un estilo de vida diferente consumiendo un 10% de energía que se consume en España” Se puede fomentar el reciclaje sabiendo que la economía circular es una utopía pero la espiral si  es posible y también se puede contener la explosión demográfica