Sostenibilidad y Salud: Entorno social y laboral atractivo

El Curso de Verano se enmarca en la Estrategia Sectorial de Seguridad y Salud Laboral para la Cadena de Valor Alimentaria y de la Madera de Euskadi 2019-2025, elaborado e impulsado por el organismo autónomo OSALAN (Instituto Vasco de Seguridad y Salud) del Gobierno Vasco en colaboración con los diferentes agentes sectoriales, socio-laborales y tecnológicos que interactúan en el sector, y compartido con el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente (Área de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, y Área de Puertos y Asuntos Marítimos) quien apuesta por la integración de las variables de seguridad y salud en sus diferentes apuestas y estrategias de desarrollo en Euskadi, y en esta ocasión incorpora a sus áreas como motores y colaboradores principales para alcanzar los diferentes objetivos, metas y visión conjunta de la Estrategia.

El momento actual en el que nos encontramos está caracterizado por el cambio y la velocidad en el que transcurre. Es difícil inferir los escenarios de futuro que nos podemos encontrar, pero sí podemos y necesitamos diseñar herramientas que nos ayuden a estar alerta y establecer políticas y actuaciones que acometan de forma efectiva las diferentes y nuevas situaciones de riesgo. Tradicionalmente la sociedad ha tenido que ir superando peligros y riesgos con el objetivo de subsistir, esta superación ha sido posible con la incorporación de tecnología y procesos industriales que revolucionaban nuestra forma de vida, especialmente para obtención del sustento de las comunidades. El sector primario ha estado siempre ligado a los conceptos de seguridad y prevención de riesgos en toda su historia, desde que la humanidad aprendió a abastecerse para cubrir sus necesidades básicas.

El cambio tecnológico e industrial, que conlleva la modificación de procesos y tareas de trabajo, ha sido siempre relevante en los sectores primarios y aquellos directamente relacionados, como pueden ser las industrias agroalimentarias y la gastronomía, así como los transformadores de la madera. El momento actual, muy marcado por las nuevas tecnologías, está provocando cambios en nuestra forma de vida y en el entorno laboral, que a su vez conlleva la aparición de peligros y que los riesgos evolucionen teniendo que gestionarlos de forma diferente. Nos encontramos en la llamada Sociedad del Riesgo, y debemos disponer de instrumentos capaces de identificar, gestionar y actuar de forma eficiente y precisa en cada momento.

Es necesario volver a abordar la situación de la prevención de riesgos laborales en el sector primario y sus nuevos retos, partiendo de la caracterización de este, sus técnicas, sus procesos y prácticas, su evolución, y ser capaces de realizar prospectivas considerando los distintos impulsores de cambio, para identificar, reflexionar y consensuar los principios de la acción preventiva en el sector, hoy y mañana.

El análisis de todos los aspectos críticos que se están produciendo a nuestro alrededor y cómo influirán en toda la sociedad, tanto en el modelo social de convivencia como en el modelo socio-laboral, el cambio de procesos de trabajo, como puede pasar en la industria 4.0 con el uso de las nuevas tecnologías y sus aplicaciones, cada vez más presentes en nuestro sector primario, sector que tendrá que dar respuesta a necesidades básicas de una población creciente, con mayores conocimientos y mucho más exigente. En este sentido, la creciente demanda de justicia social protagonizada por las mujeres pone aún más en evidencia la necesidad de reforzar y atender las diferencias en las condiciones de trabajo de mujeres y hombres en el sector primario y su cadena de valor y las diferencias, por tanto, en la exposición a los riesgos laborales y en su abordaje.

La aparición de este nuevo modelo productivo, cambiante y con la participación de diversos y más stakeholder, así como la necesidad de estar orientado a la eficiencia, deberán generar nuevas formas de gestionar los riesgos que emergen constantemente, provocando que nos debamos adaptar con nuevas modalidades de hacer prevención. Un cambio resultante del cambio permanente y la evolución constante de sociedad y tecnología requerirá de un sistema de gobernanza proactiva de los riesgos del futuro del sector primario y de toda su actividad conexa.

Todos estos aspectos deben encajar a su vez con las premisas establecidas en el Plan Estratégico de Gobernanza e Innovación Pública 2020 del Gobierno Vasco (PEGIP 2020) donde se indica la necesidad de mejorar y adecuar, permanentemente, la Administración Pública Vasca a las circunstancias cambiantes de la sociedad, considerando una visión de largo plazo. El PEGIP 2020 es el instrumento que debe permitir modernizar la administración según los nuevos y exigentes criterios de la “Buena Gobernanza”. Responde, expresamente, al compromiso número 62 del Programa de Gobierno de la XI Legislatura, que pretende consolidar a Euskadi como región europea innovadora, también en materia de gobernanza pública. Esta Estrategia se alinea con esta estrategia para construir una administración que, además de innovadora, esté abierta a la participación de la ciudadanía, y que oferte servicios de calidad, eficientes, eficaces y seguros, como también en materia de prevención de riesgos laborales y, por supuesto, también en nuestro sector primario y su cadena de valor. Además, la administración debe ser concebida como un espacio de relación entre una ciudadanía corresponsable y profesionales del servicio público, que trabajen con orgullo en favor del bienestar de la sociedad vasca, lo que conlleva la reducción de los accidentes y las enfermedades profesionales y, por ello, la generación de entornos de trabajo seguros y saludables.

Este es un nuevo reto para las administraciones y para el propio sector que, aunque puede ser interpretado como difícil y paradigmático, también supone un reto ilusionante donde es posible abrir ventanas con nuevas oportunidades.

Esta Estrategia Sectorial de Seguridad y Salud en la Cadena de Valor Alimentaria y de la Madera en Euskadi debe ser una herramienta flexible y con capacidad de obrar para hacer frente, tanto a la situación actual, como a los escenarios cambiantes; el reto de conseguir una herramienta útil y eficiente para este ámbito social pasa porque se comprometan y la apoyen todas las partes, estando sujeto a mejora constante. Deberá ser una pata esencial en la intervención administrativa que tiene el deber de establecer cuáles son los riesgos aceptables que debe soportar la sociedad, sin obviar que es necesario trabajar para alcanzar niveles óptimos y disponer de entornos sociolaborales con mejores condiciones, evolucionando hacia entornos más saludables. Se hace necesaria una gestión de los riesgos coordinada entre todas las partes y basada en el conocimiento, la acción conjunta de la mejora, pensando en una visión de sector productivo y sostenible, donde la seguridad y la salud sean seña de identidad de nuestras explotaciones y empresas.

Uno de los objetivos principales es que nuestro sector primario sea reconocido por sus aportaciones y por ser competitivo dentro de la cadena de valor, por desarrollar sus actividades exento de accidentes y enfermedades profesionales, por caracterizarse por entornos seguros y saludables y, además, sostenibles, con apoyo de tecnologías, equipos y sistemas innovadores, adecuados y participativos, en una gestión integral del conocimiento de sus riesgos en colaboración con los diferentes agentes e instituciones implicados. Esta forma de trabajo deberá ser un referente social de valor en materia de seguridad, salud laboral y de sostenibilidad, y este no puede ser concebido sin el impulso de la estrategia en los ámbitos académicos y científicos como son los Cursos de Verano, poniendo en valor este instrumento académico como palanca de dinamización de la propia estrategia.