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María Rodríguez: “Deberíamos plantearnos la educación sexual como una obligación”

La sexóloga y doctora en género y diversidad aborda cómo debería tratarse la sexualidad durante la infancia y adolescencia

María Rodríguez, reconocida sexóloga y doctora en género y diversidad, estuvo en Donostia, en el Palacio Miramar, del 8 al 10 de julio, donde coordinó el curso de educación sexual. Durante su intervención, destacó la importancia de una educación sexual integral y comunitaria, tanto en colegios como en el entorno familiar, y la necesidad de proporcionar herramientas adecuadas a jóvenes para empoderarlos y prevenir riesgos asociados a una falta de información adecuada.

¿Cómo crees que debería ser la educación sexual tanto en los colegios como en casa? 

Tenemos esta asignatura pendiente, creo que vamos tarde y que seguimos teniendo mucho miedo a hacer educación sexual, tanto en los colegios como en las familias. Muchas veces, considero que es por miedo, porque pensamos que no tenemos las herramientas necesarias, por lo que creo que está muy bien que el curso haya tenido esta acogida. A menudo hay familias y también profesionales que acompañan a la infancia y a la adolescencia, profesorado o también otros profesionales de la salud.

 Lo primero que tenemos que hacer es cambiar la mirada. ¿Qué creemos que estamos haciendo cuando decimos vamos a hablar de sexualidad? Hablar de sexualidad implica hablar de muchísimas cosas. Ya estamos haciendo educación sexual, aunque no nos lo creamos. Debemos tener en cuenta que la educación sexual es algo necesario. Nacemos y vivimos con sexualidad, y, por lo tanto, debemos tener herramientas para empoderarnos y para prevenir también posibles riesgos que puedan presentarse en este ámbito.

También debemos tener en cuenta que la sexualidad o la educación sexual, en este caso es un derecho, es un derecho que tiene la infancia y la adolescencia. Por lo tanto, las personas adultas que acompañamos, tenemos obligaciones, deberíamos plantearnos la educación sexual como una obligación. Deben tener herramientas, porque si no somos nosotros los que damos herramientas o información, la van a ir a buscar a otros lugares que probablemente no les den la información correcta. 

Algo que también es importante es que nos planteemos que es una tarea comunitaria.

Esto vemos mucho que parece que es el juego de la patata caliente, las familias dicen que lo hagan las escuelas y las escuelas que mejor lo hagan las familias. Si tuviésemos unos objetivos claros que son, conocerse a uno mismo a una misma y conocer al resto, aceptarse, que esto es un poco más complicado, y aceptar la diversidad, que esto a veces en el mundo tan polarizado donde vivimos ahora mismo a veces cuesta. También expresarse y compartirse a través de una serie de valores como pueden ser el respeto, la empatía, los cuidados, la igualdad. Considero que esta sería la base de la educación sexual.

¿Qué opinas de que la pornografía sea el mayor referente sexual de la juventud?

Creo que es totalmente problemático. También creo que aquí las personas adultas, en vez de culpar tanto a la pornografía o en vez de culpar a la gente joven, a la adolescencia por ir a buscar a la pornografía información deberíamos ser referentes.

Aquí tendríamos que asumir responsabilidades. Decir que la pornografía es el principal eje de información sobre la sexualidad es tanto como decir que lo estamos haciendo fatal.  No deberíamos, por un lado, culpar al porno en el sentido de decir que qué mal está educando el porno, es que es una industria que no está hecha para educar. ¿Por qué la gente joven va al porno? Saber los motivos por los que acuden ahí es interesante. Nos dicen que van ahí para masturbarse, que en principio no es algo negativo. No vamos a volver para atrás a decir que la masturbación está mal.

Sin embargo, otro de los motivos es, por curiosidad, frente al tabú del sexo, como nadie me habla de esto y como no tengo información voy aquí a ver de qué me entero. Para aprender. Lo que debemos tener claro nosotras y nosotros es que tenemos que darles conocimientos, habilidades y valores para que no tengan que ir a buscar esta información a otro sitio. Esto es problemático porque la pornografía contemporánea ofrece una mirada muy distorsionada, muy simplificada de la sexualidad con unas relaciones sexistas de poder muy jerarquizadas y también con mucha violencia. Considero que no puede ser el modelo, sobre todo si vas a él sin ninguna herramienta para analizar lo que está pasando ahí de una forma crítica.

¿Qué papel juegan los medios y las redes sociales en este tema?

También a veces ahora mismo como que el tema es el porno y ponemos la mirada todo el rato ahí, porque es más crudo y porque la gente va desnuda y a las familias les da esto más miedo. Pero, si tú haces una etnografía virtual de TikTok y empiezas a mapear toda la información que están recibiendo ahora las criaturas y las personas adolescentes en TikTok, el modelo sexual no difiere tanto del de la pornografía o en otro tipo de discursos mediáticos.

En el curso también estos días hablábamos de la manosfera o de estos discursos antifeministas en redes sociales. Todo esto va generando imaginario. ¿Qué pasa? ¿Cuál creo que es el problema? ¿Cómo cortamos esto? Al final son empresas, tampoco les podemos exigir que se pongan a hacer educación sexual. Creo que lo que debemos tener en cuenta es que las personitas deben tener unas bases para que cuando consuman estos contenidos lo puedan mirar de una manera crítica. Entiendan que son empresas que les están tratando de vender un producto y que ahí son ellos un poco el producto también.

Yo siempre explico esto que es raro que nos ofrezcan estas cosas gratis. ¿Por qué de repente las redes son gratis, el porno es gratis? No suele haber muchas cosas gratis.  ¿Quién está haciendo el producto en este sentido? Quizás seamos nosotros el producto.

Educar en el pensamiento crítico es súper importante, y, sin embargo, las personas adultas siempre tenemos la tendencia de control, censura, etc. Lo primero que se nos ocurren son las aplicaciones de control parental. Ahora tenemos el pasaporte que esta semana vamos a tener, un pasaporte para poder entrar en la pornografía metiendo el DNI y demás.

Todas estas medidas pueden ser necesarias, pero yo siempre digo no será más interesante que los filtros estén en la cabeza. Me sorprende muchísimo que cuando se habla de todos estos temas o salen los ministros a decir que va a haber un montón de control en los dispositivos  nadie diga vamos a hacer una mejor educación, vamos a hacer una educación  en este caso yo sexual, pero también mediática  y crítica, porque si mucha información la están recibiendo desde cualquiera de las TRIC, de las relaciones de las tecnologías, de las relaciones y de la comunicación, pues vamos a educar también para que tengan una mirada crítica con lo que se les ofrece. Creo que el punto está ahí.

¿A dónde podrían acudir las personas que tienen dudas acerca de este tema?

También estamos aquí demonizando muchísimas redes sociales y a veces también en la contra. En las redes sociales hay un montón de profesionales de la sexología que están ofreciendo información basada en la evidencia científica y en conocimientos. En el curso hablábamos de cómo ofrecer a lo mejor perfiles de redes sociales que, si quedan en buena información. También hablamos de educar el algoritmo, de cómo ofreciéndole a nosotras estas páginas, educamos al algoritmo de manera que vayan a recibir mucha más información de ese tipo y no información de la otra.

Yo soy asturiana, pero me imagino que aquí en el País Vasco también tendréis centros sexológicos, por ejemplo, las compañeras de MAISE, que están aquí en el curso. Seguramente si accedemos a su página web, o a su Instagram, vamos a encontrar muchos recursos cercanos aquí en Euskadi a los que puedan acudir las personas jóvenes

Yo siempre digo que algo que también es muy importante son los recursos. En el curso también tenemos muchos libros, cuentos, y guías. También, como decimos, a veces como las personas adultas no sabemos muy bien cómo hacerlo, pueden ser sitios en los que apoyarnos. Por ejemplo, en mi Instagram, Rizoma Sexología, tenéis varios posts donde podéis encontrar sobre todo muchos materiales didácticos, muchas guías, cuentos adaptados para diferentes edades de los que me puedo ayudar para hacer educación sexual.

Hay muchos libros que abordan este tema. ¿Hay alguno que te gustaría recomendar? 

Uf, hay un montón, pero sí tengo que centrarme, “Sexo es una palabra divertida”, como para más peques, creo que es un libro que está muy guay, y si pienso en adolescentes, os mandaría a “Sexualidades” de Isa Duque, La Psico Woman, que me parece un libro que es súper completo y también como para que ellas y ellos lean el libro con un lenguaje que interpela a las personas jóvenes directamente.